«Si queremos un modelo de hombre, un modelo de hombre que no pertenece a este tiempo, un modelo de hombre que pertenece al futuro, ¡de corazón digo que ese modelo sin una sola mancha en su conducta, sin una sola mancha en su actitud, sin una sola mancha en su actuación, ese modelo es el Che! Si queremos expresar cómo deseamos que sean nuestros hijos, debemos decir con todo el corazón de vehementes revolucionarios: ¡Queremos que sean como el Che!»

Referencia al texto original: Discurso pronunciado en la Velada Solemne en Memoria del Comandante Ernesto Che Guevara, en la Plaza de la Revolución, 18 de octubre de 1967.

 

8 DE OCTUBRE DÍA DEL GUERRILLERO HEROICO, EL CHE Y EL HOMBRE NUEVO.

 

En un mundo permeado por los vicios del mundo globalizado, hablar de lo que El Che llamó el Hombre Nuevo parece ser una tarea imposible. Pero, de eso mismo se trata, de un Hombre que en medio de las dificultades sepa sacar lo mejor que ha heredado de la historia de la Humanidad.

En esta etapa de la sociedad moderna, la formación personal de los hombres y las mujeres está atravesada por un mundo de vicios consumistas, en donde el mayor valor es la competencia carente de valores humanos; donde los motores de desarrollo de la sociedad son el egoísmo y el individualismo. Conseguir dinero en abundancia se muestra como la mayor meta del ser humano, sin importar que tenga que pasar por encima de cualquier otra persona para conseguirlo.

Es este el contexto en el cual las nuevas generaciones están creciendo, olvidando el ejemplo de quienes con esfuerzo han tratado de construir una sociedad donde las relaciones entre las personas se guíen por los más altos valores y se re-construya así mismo al nuevo hombre y a la nueva mujer.

El Hombre Nuevo del que nos hablara el Che, ese paradigma para cualquier revolucionario, no puede ser esa inalcanzable utopía en la que el capitalismo ha querido convertir los pensamientos y los sentimientos de los más grandes revolucionarios de nuestra época.

Pensar y hacer la revolución es dejar de lado el interés personal para alzar por encima de cualquier cosa el interés colectivo. Este es el primer gran paso para comenzar nuestra propia construcción del Hombre Nuevo; fortalecido con la fuerza de la convicción que tenemos por esta sincera tarea que comenzamos hace 59 años en el ELN.

Construir este hombre no es fácil porque la costra de vicios y costumbres amañadas que nos ha dejado el capitalismo es tan dura que eliminarla cuesta demasiado, sólo los hombres y las mujeres podremos construirlos con enormes sacrificios y combatiendo de manera ofensiva y permanente toda la influencia de medios que nos llevan a la pérdida de esenciales valores.

La lucha es contra sí mismo, demostrándole al capitalismo que otro mundo si es posible sea cual sea el medio que nos rodee y que no podrá forjar lo material por encima de los valores humanos. En el ELN hemos dado los primeros pasos para empezar a construir este significativo e inaplazable hombre. Pero también debemos preguntarnos constantemente ¿Cuantos años llevamos reconstruyéndolo y qué tan bien lo asumimos los dirigentes en quienes recae la mayor responsabilidad de llevar el timón de la sociedad que anhelamos construir?

Vale la pena recordar hoy a nuestro comandante en Jefe Manuel Pérez Martínez que con su aporte ayudo a la construcción del hombre nuevo. Este hombre con sus esfuerzos y sacrificio nos dejó plasmada la intachable trasparencia y compromiso para asumir la lucha revolucionaria en Colombia, concibiéndola como nación, como familia. No fue sólo la fortaleza para confrontar cosas desconocidas, su mayor fortaleza fue su preocupación por que cada uno de nosotros tomara de las mejores fuentes los valores para construir el más digno hombre y mujer. De humanismo, tolerancia, transparencia, desinterés, sencillez, austeridad, amor por los demás, y de entrega a nuestro pueblo está plagado un legado que debemos cultivar.

En estos valores recaía su mayor persistencia, y en que cada uno de nosotros blindara nuestros corazones de sentimiento y convicción por la lucha revolucionaria, para prepararnos y enfrentar momentos difíciles.

De esto se trata el nuevo ser revolucionario, de cambiar lo que haya que cambiar para ser cada día mejores, sin considerar traicionar al pueblo y al ELN, nunca lo concebiremos y tampoco olvidaremos el sagrado compromiso al que nos debemos, porque somos hijos de gente humilde y trabajadora de este país.

El  15 de octubre de 1967, Fidel Castro declara: «Hemos llegado a la convicción de que la noticia referente  a la muerte del comandante Ernesto Che Guevara es dolorosamente cierta». El día  8 de octubre cuando capturaron al Che pero no el día de su muerte que es el 9, será conmemorado como el día del guerrillero heroico.  Ese día para el pueblo cubano y tres días posteriores, hasta el 18 de octubre, se declara el luto y se mantienen las banderas a media asta por un mes.

Hablar hoy del significado que tiene para el mundo, el término guerrillero heroico, es hablar de la vigencia e importancia del pensamiento del Che y el significado de las circunstancias de su muerte. Es elevar el planteamiento de la construcción del hombre nuevo que lleva sus actos hasta las últimas consecuencias, el hombre capaz de realizar grandes acciones para la transformación del mundo en beneficio de la humanidad, es el hombre revolucionario que encaja en la consigna de «liberación o muerte».

Es muy difícil resumir lo heroico de su acto cuando tantos se han dedicado a rescatar su pensamiento y su legado, dar la importancia en pocas palabras al hombre que con su moral  y práctica transmite la enseñanza más importante a los revolucionarios auténticos que encarnan la revolución radical: dedicar toda una vida a los pueblos oprimidos y explotados del mundo, sin importar dónde se nace sino donde se lucha y se muere.

Guevara  resume la utopía, recoge el sueño de un mundo, el sueño de los pueblos y de los hombres que seguimos comprometidos  con la construcción de un mundo libre, igualitario, sin injusticias, donde los seres humanos construyan ese sueño llamado socialismo.

A pesar de las campañas ideológicas del enemigo de clase (burguesía, oligarquías, imperialismo) los guerrilleros heroicos seguimos existiendo y perseveramos en los sueños libertarios. En el Che encontramos la esencia del guerrillero heroico forjado con voluntad de hierro, inclaudicable ante los propósitos de los medios masivos de comunicación serviles al capital, que pretenden sembrar la desesperanza en las mayorías, inculcando imaginarios de derrota y que en un mundo globalizado todo está resuelto.

Rescatar el pensamiento del Che es forjar una moral y una ética para transformar un mundo, es ser revolucionarios, ser subversivos por excelencia, ser hombres y mujeres capaces de llegar hasta las últimas consecuencias sin resquebrajar, ni vender su pensamiento siguiendo  leales  a sus principios, es el ser humano lleno de ternura que va  a la guerra  entendiendo que es la única forma de arrebatar el poder a la burguesía y al imperialismo, es  entender que no hay  momento para vacilar, no existe la traición al pueblo y menos a los ideales revolucionarios, este SER no se vende porque su sueño es el futuro…

El Che es el guerrilleo heroico que sigue viviendo en nosotros, hombre de consecuencia  y lucha, el Che es el ejemplo a seguir. El hombre nuevo debe construirse en nosotros los que soñamos, los que nos comprometimos en NUPALOM, los que sienten la injusticia y cabalgan por la transformación del mundo, los que construyen nuevos valores para levantar esa nueva sociedad.

El Che está en la jornada diaria de nuestras guerrillas  enfrentadas a la maquinaria de la muerte  representada en los ejércitos oficiales y paraestatales, el Che está en el guerrillero urbano camuflado en esa jungla de cemento, el Che es el sueño transformador y revolucionario y el día de su muerte  es el día para entender que vamos hasta las últimas consecuencias.

Retomando a Fidel: «se equivocan los que creen que su muerte es la derrota de sus ideas, la derrota de sus tácticas, la derrota de sus concepciones guerrilleras, la derrota de sus tesis. Porque aquel hombre que cayó como  hombre mortal, como hombre que se exponía muchas veces a las balas, como militar, como jefe, es mil veces más capaz que aquellos que con un golpe de suerte lo mataron».

La lucha del hombre por su emancipación es como una poesía en construcción permanente saliendo amorosa desde lo más noble y profundo de su alma; la lucha armada revolucionaria es el amor de los hombres y mujeres hecho realidad en esa entrega desmedida y desinteresada por el bienestar colectivo, por el bienestar y la felicidad de la humanidad; nuestra lucha armada revolucionaria por la libertad y la construcción del socialismo es poesía inédita saliendo del alma de los hombres y del alma de los fusiles que defienden el sueño de un mañana repleto de amor y humanidad.

Esta, nuestra lucha, es más que la respuesta armada a la agresión del Estado capitalista, es el amalgama llamado altruismo, es  y seguirá siendo nuestra opción de vida para construir la vida misma; es una opción y construcción que se retroalimenta en la relación armónica con el pueblo, de ahí la importancia del compromiso revolucionario, puesto que un proyecto asumido como opción de vida es un todo que se construye en el trasegar de la vida misma, por eso los Elenos somos y debemos ser hombres y mujeres con el compromiso de NUPALOM porque nuestra opción de vida tiene un carácter propio: el de Ni Un Paso Atrás, Liberación O Muerte.

! Comandante Fabián… Venceremos!

Montañas del Occidente Colombiano

Frente de Guerra Occidental Omar Gómez

Ejército de Liberación Nacional – ELN –

Colombia Para Los Trabajadores

! Ni un paso atrás liberación o muerte!

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